
Foto: Manu Rodriguez
Puede que no se haya mostrado tan preponderante como cabía esperar. Desde luego, las condiciones infernales que presentaban las carreteras de la comarca del Deza, con barro y charcos por doquier tras varios días jarreando agua sin cesar, no estaban hoy para demasiados alardes... A decir verdad, tampoco el estado mental de Iván Ares ha sido el más óptimo este fin de semana, inquietado de alguna manera (pese a haberlo batido el pasado año, en Ourense) por la inesperada alineación, con igual montura, que se anuncia para próximos rallies: la de un piloto de talla internacional como José Antonio Suárez; y, al mismo tiempo, la certeza de saberse favorito, obligado, por tanto, a dar la talla ante su público, en unos tramos tan intrincados como los del Rally do Cocido. Una prueba ya emblemática para la afición gallega, que ha puntuado por primera vez para el Nacional de Asfalto inaugurando, de hecho, la temporada en Lalín (Pontevedra).